La sustentabilidad alimentaria de Puerto Rico es un tema recurrente hoy día.
Luego del huracán María, hubo un periodo en que no podíamos recibir la comida que consumimos, cifra que se mantiene en 85%.
Además, al importar tanto de nuestra mesa alimentaria, estamos muy vulnerables ante cambios de tarifas en transportación. Si el precio del petróleo aumenta, de igual manera aumentarán los precios en los supermercados. Es de presumir que existen soluciones políticas y legislativas a estos asuntos, pero los puertorriqueños no debemos esperar por ellos. Una manera de mitigar los efectos de la dependencia en productos importados, y promover la sustentabilidad alimentaria de la Isla, es invirtiendo en la agricultura.
La mayoría de los puertorriqueños saben que la agricultura es un trabajo digno que requiere intelecto, educación, sacrificio y dedicación. También, se han dado cuenta que debe ser una faceta importante del desarrollo económico del país. No obstante, una de las realidades que enfrenta la industria de la agricultura en Puerto Rico es la cantidad de terreno disponible. Pensar que podríamos volver a los tiempos del cultivo de la caña de azúcar, por ejemplo, es anticuado y erróneo. Hoy día, simplemente no existe el terreno disponible para ese tipo de cultivo. Por tanto, hay que acercarse a la agricultura con una mente más abierta a las posibilidades existentes.
Una posible solución
Una manera de atajar el problema del terreno disponible es a través de la cosecha de cultivos hidropónicos. Seguramente, te has topado con lechugas, como Lettufresh de F&F Hydroponics, o tomates cultivados con el método hidropónico. Estos dos ejemplos son solo una minúscula muestra de todo lo que se puede producir con este método y requiere mucho menos terreno para cultivarlos que la manera tradicional.
Algunos de los alimentos que se pueden producir en una finca hidropónica son:
- Berenjena
- Espinacas
- Zanahorias
- Brócoli
- Pimientos
También se pueden producir especias, como cilantro, recao, albahaca y perejil, entre otras. Excluidos quedan muchas de las cosechas que son tubérculos, como la papa o la yautía, para dar dos ejemplos, y los árboles frutales, como el mango o el aguacate.
Una tradición antigua rediseñada para la actualidad
A pesar de que parece una técnica nueva, la agricultura hidropónica es antigua. En la antigua China se utilizaba este método para cultivar arroz y los jardines colgantes de Babilonia, una de las antiguas siete maravillas del mundo, eran hidropónicos. Por supuesto, en la antigüedad no gozaban de tubos PVC ni estaban enterados de manera tan precisa sobre la composición de los nutrientes utilizados, pero sí era una manera viable de cultivar.
Hoy día, uno puede controlar con bastante precisión los nutrientes que se les suplen a las plantas. De igual manera, el ambiente en que se mantienen las plantas se puede controlar de manera precisa y se pueden evitar la intervención de muchas plagas. Las variables más erráticas son el sol y los eventos climáticos más extremos.
Barreras para entrar al mercado
Si bien la producción hidropónica es eficiente, hay que tener en cuenta de que ingresar en ella conlleva sus costos. Los sistemas hidropónicos cuestan más de inicio que sembrar en el suelo y el mantenimiento de dichos sistemas son un gasto recurrente.
Hay que invertir en nutrientes y maneras de regularlos, al igual que en los invernaderos en que se cosechan y sus sistemas para mantener el ambiente, como la temperatura y la luz. Sin embargo, los potenciales agricultores hidropónicos tienen acceso a programas de incentivos gubernamentales y oportunidades de financiamiento especializado en proyectos agrícolas.
Tal vez una de las dificultades que más mencionan quienes ya están en la industria, proviene del lado administrativo y de mercadeo.
Además de todo el trabajo en el cultivo, los agroempresarios hidropónicos también deben entender cómo administrar su finca (empleados, inventarios, contabilidad) y mercadear su producto (dónde vender, cómo distribuir). Posiblemente, un agricultor preferiría evitar estas facetas del negocio, pero no pueden ignorarse si esperan sobrevivir en el mercado. Una de las posibles soluciones para aquellos que no desean ser emprendedores es asociarse con alguien que sí.
Existen gran cantidad de negocios agrícolas cuyos socios se dividen las tareas de esta manera: una parte se encarga de todo lo que tenga que ver con los cultivos, desde la semilla hasta el empaque, y otro de administrar la empresa, como buscar compradores, distribuidores y trabajar con la contabilidad, entre muchos otros.
Carpe diem
Aunque es un reto, una empresa de agricultura hidropónica en estos momentos sí representa una oportunidad única para explotar. El control sobre los productos que se pueden ofrecer, además de la variedad de cultivos que se pueden producir, proveen una flexibilidad a quienes quieran aventurarse a entrar en la agricultura. Más que una oportunidad de lucro, la agricultura hidropónica representa una manera de apoyar la autosuficiencia del país.