Ricardo Fernández habla con entusiasmo y optimismo del “sueño agroboricua” que, junto al equipo y agricultores accionistas de Puerto Rico Farm Credit (PRFC), aspira a hacer realidad en un futuro que no ve tan lejano.
Es un sueño que ya han cultivado y criado muchas familias agricultoras por los pasados 100 años; un sueño que, en el Puerto Rico de hoy, cuando más del 80% de los alimentos son importados, cobra fuerza y urgencia. Como presidente ejecutivo de PRFC, Fernández está convencido de que, al iniciar un nuevo siglo de servicio al sector agrícola puertorriqueño, la institución financiera continuará liderando en el desarrollo de un ecosistema agroempresarial que impulse la agricultura local, sembrando la autosuficiencia que el país necesita.
“Cuando pienso en el sueño agroboricua, empiezo con una imagen de lo que es la agricultura en un futuro usando tecnología, produciendo alimentos que pensamos hoy que no se pueden producir, haciéndolo de una forma eficiente, que el supermercado lo pide, lo quiere. Lo más importante de todo, es que veo al empresario puertorriqueño liderando todas estas compañías”, expresó Fernández.
Dejando el legado para las nuevas generaciones
Entre esos líderes agrícolas está Héctor Santiago, productor de ornamentales, palmas y árboles en Barranquitas. Hijo de un agricultor, Santiago está consciente de la importancia de que nuevas generaciones se inserten en el desarrollo agrícola como oportunidad de negocio. De acuerdo con el Censo federal del 2020, la edad promedio del agricultor es de 62 años.
“Mi papá me enseñó de que se podía vivir de la agricultura, que se podía vivir bien. Lo que hay que tener es el compromiso y verlo como algo serio, algo que tiene que ser organizado”, dijo Santiago, quien también es fundador de “Puerto Rico Farmers Market” y del Festival de las Pascuas.
Sexta generación de una familia vinculada a la agricultura puertorriqueños desde 1865, Michael Serrallés trabaja para que sus hijos y nietos continúen su legado. Serrallés cree en la diversificación de los cultivos y la adaptación a las exigencias del mercado para permanecer con éxito en el negocio agrícola. En sus fincas del sur de Puerto Rico, Sucesión J. Serrallés ha tenido cultivos de caña, tomates, gandules, plátanos, guineos, piña, melones y ganado. Hoy, dedican parte de sus terrenos al alquiler agrícola y al desarrollo de grama y palmas.
“Hay que impulsar a estas nuevas generaciones a que entiendan que sin agricultura no hay comida. La sustentabilidad de nosotros como seres humanos, depende de la agricultura y eso hay que impulsarlo”, enfatizó Serrallés, miembros de la junta de PRFC.
Por un constante renacer agroboricua
Es por eso que los esfuerzos y planes de Puerto Rico Farm Credit no se han limitado a otorgar financiamiento a las empresas agrícolas. También a implantar estrategias que apoyen el crecimiento de la producción existente y el desarrollo de nuevas industrias para alcanzar la seguridad alimentaria que necesita el país. Esta necesidad cobró urgencia después del paso de huracán María, relató Héctor Aponte, gerente de ventas de la institución. A partir de esa emergencia, resurgió un interés de profesionales de diversos campos e inversionistas por desarrollar fincas para la producción y venta de sus alimentos.
“Vemos jóvenes o empresarios no tan jóvenes con muy buena preparación y experiencia en otros negocios, así que integran esos factores a la agricultura y logran tener una empresa de éxito”, comentó Aponte.
Los socios de PRFC destacan el respaldo que la institución les ofrece en el área educativa. Rafael Borges, presidente de su Junta de Directores, destaca el valor que Farm Credit University tiene para personas que quieran insertarse en el mercado agrícola. Borges también ve oportunidad para que las empresas agrícolas existentes otorguen un valor añadido a sus productos, desarrollándolos para responder a las necesidades de los consumidores.
Innovando por una agricultura exitosa
PRFC no solo promueve el uso de tecnología en las fincas. También la ha puesto al servicio de sus socios, colocándose a la vanguardia frente a la banca agrícola tradicional, aseguró Jorge Ramírez, presidente de Agronegocios. Como ejemplo, Ramírez mencionó la plataforma digital Farm Credit Express, creada hace dos años. A través de esta plataforma, el socio puede solicitar préstamos en línea para la adquisición de maquinaria en las fincas. Otro beneficio que destacó es la inversión que hace la cooperativa en inteligencia de negocios, para mantener a sus socios al tanto de las innovaciones en la industria.
“Farm Credit se encamina a ser más eficiente cada día, a llevar esa eficiencia a los sectores agrícolas, a llevar el conocimiento de lo que está pasando alrededor del mundo en la industria de alimentos… es más asertivo para llevarla al agricultor, para que su negocio esté hoy y esté en tres generaciones”, sostuvo Ramírez.
En el horizonte inmediato, PRFC seguirá posicionándose como agente integrador de ese ecosistema agroempresarial de Puerto Rico compuesto por empresas agrícolas, cadenas de supermercados, canales de distribución, entidades gubernamentales, inversionistas entre otros. “Tenemos el conocimiento de esos 100 años, tenemos la información, pero más importante, tenemos la objetividad que se necesita para que el ecosistema triunfe. Nos vemos como ese ente líder en pensamiento y en acción”, afirmó el presidente ejecutivo de PRFC.