Cuando comenzamos una empresa agrícola, lo hacemos con mucha ilusión y con ganas de que nuestra principal aliada en ese proyecto, la naturaleza, nos ayude a producir lo suficiente para desarrollar nuestro proyecto, y lograr escalar el negocio lo más pronto posible. Sin embargo, no todo depende de ella y su generosidad.
El éxito de tu empresa agrícola también dependerá de cuán preparado estés para calcular riesgos y minimizar los errores propios de quien busca hacer de su finca en una empresa sostenible. Las equivocaciones son parte del proceso. Debes estar conscientes de ello para que no te frustres y desistas cuando apenas estás comenzando.
Tras un siglo acompañando a empresarios agrícolas como tú, en Puerto Rico Farm Credit conocemos los errores más comunes en el proceso de desarrollar una finca para fines comerciales. Los compartimos contigo para que, junto con el optimismo necesario para emprender tu proyecto, te fijes unas metas realistas.
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Desconocimiento del mercado
Al momento de emprender, no es suficiente escoger tu cultivo favorito o el producto que hayas cultivado por algún tiempo para consumo familiar. Debes evitar especular con productos sobre los que no sabes si tienen demanda en el mercado, o si ya hay en exceso. Antes de invertir en toda la infraestructura que requiere tu negocio y ponerte a producir cantidades que no sabes si podrás vender, debes confirmar que existe un mercado para el producto que quieres ofrecer.
Conoce a tus potenciales compradores, sus necesidades de productos y expectativas de ventas. No te límites a un solo canal de venta. Conecta con supermercados, mercados familiares, restaurantes y hoteles. Es muy probable que esa comunicación te ofrezca nuevas oportunidades y posibilidades de valor añadido para tu producto.
No tienes un plan de negocios o es poco realista
Como en cualquier empresa, la agrícola también requiere contar con un plan de negocios, porque vas a invertir y quieres obtener ganancias. Algunos agricultores comienzan a gastar en equipos, semillas, empleados e infraestructura, cuando todavía no tienen claro cómo recuperarán su inversión. Por eso, la planificación es fundamental tanto para convencer a prestamistas o inversionistas de que tu negocio es viable, como para que tengas la disciplina de seguir los pasos que se requieren para poner en marcha tu proyecto agrícola.
Operar automáticamente, sin documentar tus prácticas y contar con métodos para medir tu inversión puede ir en tu contra. Lleva registro de tus gastos actuales y de los que se pueden programar. Por ejemplo, ten claro cuándo se debe renovar algún seguro, certificación o licencia, o cuándo toca hacer mantenimiento de maquinaria.
Recuerda que tu plan debe considerar los requisitos técnicos y legales propios de la industria en la que estás, y considerar la mano de obra necesaria, implica también saber cómo retenerla.
Expectativas muy altas
Por más preparado que creas estar al comenzar a operar, en la agricultura hay muchos factores y variables que no podemos controlar. La temporada de huracanes y lluvias, temporadas de sequía, o hasta plagas, son algunos de los eventuales retos que puedes enfrentar.
Si a esas situaciones externas a la operación, le añades que esperas tener un retorno de inversión muy temprano en el proceso, podrías estar añadiendo una frustración innecesaria.
La naturaleza tiene su ritmo y debemos comprenderlo. Cada cultivo y crianza tiene su propio tiempo. Debes ser paciente y consciente de que la operación girará en torno a ello. Así que, económicamente, tendrás que prepararte para esperar y hacer el mejor uso de los recursos con los que cuentes. Además, es importante que no dependas de los incentivos del gobierno en el cálculo de tus ganancias. Eso es una ayuda que no necesariamente estará siempre disponible.
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Muchos productos a la vez
Diversificar tu producción es lo ideal, pero no lo hagas cuando estás comenzando el negocio. Esto también es parte de tu planificación. Como cada cultivo tiene sus particularidades y su mercado, si comienzas a cosechar varios productos a la vez, estás multiplicando tus esfuerzos, tu inversión y tus riesgos. Se recomienda que domines uno o dos cultivos antes de que comiences a diversificar tu portafolio. Tu plan, la experiencia en el campo y tu comunicación constante con la cadena de suministros (compradores, distribuidores y detallistas) te ayudarán a determinar cuándo tu negocio esta listo para cosechar nuevos productos, dada la oportunidad en el mercado.
Olvidar que otros lo hicieron antes
Algunos olvidan que existen otros empresarios agrícolas dispuestos a compartir sus saberes. Esto podría ayudarte a superar un par de obstáculos. Si tienes formación dentro de la industria agrícola, ya cuentas con el conocimiento teórico y técnico que requiere el trabajo en el campo.
Si creciste en la finca, tienes la experiencia que da la práctica. Estos conocimientos son necesarios, pero también debes investigar cómo se maneja el día a día del negocio; qué funciona y qué no. Hay otros agricultores que pueden darte algunas respuestas. Además, puedes asesorarte con agrónomos y organizaciones especializadas, como PRFC. Relaciónate con ellos, pregúntales y escúchalos. Asegúrate de aprender de sus errores y de los tuyos para poder hacerlo mejor la próxima temporada.
En Puerto Rico Farm Credit estamos disponibles para conectarte con otros empresarios agrícolas de mucha experiencia. Si necesitas apoyo para empezar o escalar tu empresa agrícola, contamos con los recursos de Farm Credit University, con educación agrícola.
Anímate a ir por la meta de producir productos para las familias boricuas, queremos apoyarte.